(2000), La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, México, FCE. En esta región, el desempleo era del 11,9 % al culminar el tercer trimestre de 2017, pero en las mismas fechas del 2016 era del 10,2 %. Lavoie, M. (2014), Post-keynesian Economics. Hasta el cierre del 2021 no se había logrado recuperar el 30% de puestos de trabajo perdidos al inicio de la pandemia, y aquellos que sí lograron reposicionarse en el mercado laboral lo hicieron a costa de ampliar las brechas de género. En el documento se estima que hasta el cierre del 2022, la covid-19 habrá provocado la pérdida de horas trabajadas equivalente a 52 millones de puestos de trabajo. 14, núm. Lo anterior implica que el costo del factor trabajo se ubique por encima de aquel consistente con su productividad, impidiendo que otros trabajadores puedan ser empleados.1 De aquí se sigue que el desempleo que no es friccional, estructural o cíclico está explicado principal (y casi exclusivamente) por la inflexibilidad del mercado laboral (Bernal-Verdugo, 2012, 2013; Layard et al., 1991). 1202-1219. Pero incluso en economías donde el sector externo juega un papel relevante en la demanda y el crecimiento económico, los salarios son también muy importantes, al empujar la demanda interna. En esta sección se describe cómo las visiones teóricas neoclásica y post-keynesiana argumentan sobre la determinación del nivel de (des)empleo. Este resultado, se mantiene a lo largo de las estimaciones posteriores (columnas II y III). El trabajo doméstico y del cuidado seguirá siendo una carga para ellas este año”. Toda inversión en energías limpias y cambio de matriz energética será rentable para los próximos 50 años, pero la gran inversión privada requiere del respaldo interno, sin ruidos políticos. El inicio del siglo xxi estuvo marcado para América Latina con el fin del nuevo boom de crisis financieras iniciado a mediados de la década de los noventa.5 A partir de entonces, es decir, a partir del inicio de la recuperación de la economía Argentina en el 2003, la región registró un periodo de estabilidad y crecimiento económico relativamente largo, interrumpido sólo hasta el 2009, cuando el PIB se contrajo 1.6 %, consecuencia esta vez de factores exógenos, en particular la Gran Recesión global iniciada en 2007. En el caso de México, el desempleo bajó de 4,5 a 4,0 %, explicó la Representante de la OIT en México en una entrevista con el Centro de Información de la ONU (CINU) en el país. 15, núm.