Le agarró por la chaqueta y afirmó, con los dientes cerrados: –¡Los gusanos que molestan, deben morir! –decía– ¿quién guardará mi dinero? Prosiguen tan vivos, como nosotros, y podrás, en la condición de siervo humilde, buscar a los acreedores de otra época, atendiendo en tu propio beneficio, el rescate necesario. El Padre conoce nuestros vicios milenarios en materia de inclinaciones afectivas y nos prevenía el espíritu contra las falsas divinidades. Después, Leticia restituyó a la nuera a los brazos amigos de la orientadora que la recondujo de vuelta al cuerpo físico, con el mismo silencio que se había mantenido hasta entonces. El dolor diseña la lógica en el fondo de la conciencia, con mucho más nitidez que todos los libros del mundo. Verá, de ese modo, a la esposa, antes del deceso que se aproxima y dormirá menos inquieto. A pesar de la fe que animaba su espíritu, las nostalgias de su hogar le infundían una inexpresable angustia. La Medicina, ejercida desde joven entre clientela rica, me proporcionaba grandes recursos económicos. Pero, recogí el hilo de las consideraciones innecesarias al momento, comprendiendo que el momento no admitía divagaciones, sino una contribución activa. La Casa, a través de los administradores y auxiliares, operaba con indescriptible heroísmo. Practicante De Compensaciones at Qroma. Adelaida, sin embargo, parecía no depender de cadenas físicas. Continuamos ayudando a la organización fisiológica de la enferma y observando la alegría sincera de las discípulas, que se retiraban, contentas. ¿Eres capaz de soportarme, cuando todos me detestan? En ese tiempo tan lejano, me enseñabas a ver al Creador del universo en la naturaleza. ¿Existe entonces la justicia Divina, anotando nuestras faltas? A pesar de eso, nuestro asistente le administraba con regularidad recursos magnéticos, elevando su patrón de salud espiritual. –gritaba, pegando su cabeza al busto inclinado hacia el frente, para hacerse sentir mejor ¡Ayúdame! Organizada por él, era confiada, periódicamente, a otros benefactores de elevada condición, en tarea de asistencia evangélica, junto a los espíritus recién desligados del plano físico. ¿Que se dará, en nombre de la sabiduría Divina, al hombre primitivo, sediento de dominación y caza? Y debemos considerar que eso no elimina la necesidad de aprender siempre. Aquí podrás escribirnos cualquier consulta o problema Pero, antes de avisar a nadie, guarda el testamento en un mueble, con intenciones francamente hostiles a los rectos propósitos del desencarnado. Aún así, Cavalcanti no se retiró en condiciones favorables y animadoras. No obstante, siento perfectamente su estado mental. Un joven se dirigió a un caballero de edad, preguntando: –¿Coronel, recibió la transferencia en su cuenta? Dejando ver que deseaban alejar la mente de las centenas de rebeldes que allí se congregaban en activo movimiento de insurrección, miraban hacia lo Alto y cantaban himnos de reverencia al Señor, en regocijo de su propia renovación, cánticos sofocados por la algarabía de los rebeldes agitados. Escuchaste las sugerencias del mal y cultivaste úlceras dolorosas. ¡Oh, hijo! –Lo he pasado mal, hijito –exclamaba la respetable señora desahogándose. ¿Subiríamos hasta Dios, en un círculo cerrado? Era, sin embargo, extremadamente sensible a la actuación magnética. Penetrando en un terreno de diferente configuración mi corazón se alivió, de algún modo. Las nociones sobre la reencarnación renovarán el paisaje de la vida en la corteza de la Tierra, proporcionando a la criatura no solamente las armas con las que debe pelear, contra los estados inferiores de sí mismo, sino también, el remedio eficiente y saludable. –¿Quién te va a llamar? Pero cuando la suerte me la arrebató, se vació todo mi sueño de construcción equilibrada en la Tierra... Dominado por el dolor de perderla, creí que la religión me ofrecería un refugio inexpugnable contra las tentaciones. No sería provechoso llevarle ahora a recuerdos del pasado. Se notaba claramente el interés que sus definiciones despertaban en los oyentes. Sin embargo, en la medida en que subimos, se nos imprimen en la mente y en el corazón las leyes sublimes de fraternidad y misericordia. A través de la luminosidad de su mirada, observábamos la alegría que bañaba su espíritu, jubiloso por ese encuentro. Como vemos, no es la etiqueta externa la que socorre al creyente en las supremas horas evolutivas. La virtud y el defecto, la manifestación sublime y el impulso animal, el equilibrio y la desarmonía, el esfuerzo de elevación y la probabilidad de caída perseveran aquí, después del tránsito de la muerte, obligándonos a la serenidad y a la prudencia. De ahí la necesidad de esos refugios fraternales, en el que almas heroicas y dedicadas al sumo bien se consagran a santificadas tareas de amparo y vigilancia. La parentela, incluyendo a su esposa, le consideraba un fanático, desequilibrado e inútil. Sobre todo, se dócil para que nuestro auxilio no sea mal interpretado por la visión deficiente que traes del plano físico. –¿No me reconoces, hijo? Un gigantón avanzó hasta el borde del foso, hizo un significativo gesto de provocación y preguntó: –¿Se calló el cura? Percibimos, tan solo, los colores que van del rojo al violeta, sobresaliendo que la mayoría de las personas nada vislumbran más allá de los últimos cinco, que son el azul, el verde, el amarillo, el naranja y el rojo, no registrando el añil y el violeta. Más allá de eso, como esta casa está consagrada al auxilio sublime de nuestros gobernantes que habitan en planos más altos, no sería justo distraer la atención y, sí, consolidar bases espirituales, con todas las energías a nuestro alcance, en el que puedan aquellos gobernantes lanzar los recursos que buscamos. Siempre comedido en las informaciones, Jerónimo se calló, preparando la retirada. La conversación crea el ambiente y coopera en definitiva para el éxito o para la negación. ¿No eran las mismas que formaban los delicados ramos que mis hijos nos ofrecían los domingos por la mañana? En ella nos ofrece, como siempre, datos interesantes del Más Allá, en especial las descripciones de varios trabajos de ayuda por parte de entidades espirituales a personas que estaban desencarnando en la Tierra. http://www.espiritismo.es OBREROS DE LA VIDA ETERNA 142 XVI EJEMPLO CRISTIANO De acuerdo con la hoja de ruta trazada por el asistente, Hipólito y Luciana quedarían en la Casa Transitoria, atendiendo a las necesidades apremiantes de Dimas recién liberado, mientras nosotros dos acompañaríamos a Fabio, en proceso de desencarnación. Una alegre sonrisa se estampó en su cadavérico rostro. Haz fuerte la armonía en nosotros para que seamos leales cooperadores de Tus santos designios. –exclamaba, mentalmente–, ¡No puedo morir! Mirándome significativamente, dijo: –Sí, conoces un caso de reencarnación de naturaleza superior, un caso en el que el interesado se había hecho acreedor de la gentileza de varios amigos que le auxiliaron, desveladamente. Cambiaron mis apreciaciones del primer instante. Esforzándose por asumir, delante de mí, una actitud tranquilizadora, prosiguió después de una ligera pausa: –Al volver en mí, después de largos años de semiinconsciencia, volvieron también la reflexión, el juicio, el equilibrio. Desfavorecido de cualquier ventaja material desde el principio, conoció rudas obligaciones para lograr la intimidad con las lecturas más simples. Se destaca en mi visión. Olas ingentes de sufridores aterrados comenzaron a alcanzar las defensas. Éramos, no obstante, demasiado pobres para intentar tratamientos caros en estancias de reposo. Les dirán que me alejé para nunca más volver, que la sepultura me aniquiló. Que el Padre de gracia infinita santifique tu grandeza y bendiga la naturaleza de tu seno maternal! “¿Qué pasaba?” – pregunté a uno de los cortesanos celestiales. Había dormido en exceso, pero alcanzó una sensible mejoría. Me siento inexplicablemente mejor y deseo aprovechar la pausa de reposo. Con una risa franca en los labios afirmó: –Por eso mismo, cuando estábamos en la Tierra, nunca tuvimos descripciones de infiernos floridos o de purgatorios bajo árboles acogedores. La muerte es el mejor antídoto de la idolatría. El éxito requiere un corazón ardiente en la fe viva y un cerebro abierto, dispuesto a aprender el bien y a practicarlo. Lo que más favoreció nuestra actuación fue cuando Fabio se dirigió a su esposa, diciendo: –Creo que no debemos retrasar la oración. El bondadoso padre desencarnado se puso en marcha. En ese punto, se calló, tal vez absorta por la profunda emoción. En breve tiempo, me reuniré a los nuestros en la vida mayor. Oyó las explicaciones de Jerónimo, con interés, y dijo, sonriente: –Os esperábamos. No toleraba sofocar su idealismo ardiente. Esos, en particular, son los pacientes que interesan, más de cerca, a mis estudios personales. Regresábamos al plano de substancia densa, aunque menos pesada y oscura. Los arabescos de oro sobre la arena del Sahara no harían el desierto menos árido. A pesar de nuestro cuidado, no podemos, todavía, olvidar el imperativo del sufrimiento benéfico para todos aquellos que vienen hasta aquí, después de un deliberado desprecio por los sublimes patrimonios de la vida humana. –¡Joaquín! No podía establecer comparaciones apreciables, ya que, durante todo el tiempo de nuestra permanencia en el instituto, estuvieron encendidas las luces artificiales. El asistente sonrió y comentó: –¡Oh! Indudablemente, la cooperación y el cariño son estimulantes sublimes en la ejecución del bien, pero hay que evitar la intromisión del fantasma del egoísmo expresado en tiranía sentimental. Jerónimo miró a las dos señoras que asistían a la enferma con desvelada ternura, movió la cabeza con gesto negativo y respondió: –Tampoco. Pero, él pareció no oír mi referencia elogiosa y prosiguió en otro tono, después de una larga pausa: –Amigo mío, usted examinó algunos casos de obsesión entre entidades invisibles y pacientes encarnados, impresionándose con la imantación mental entre ellos. Y en vez de recuerdos dulces que acarician el espíritu, tendrá recuerdos aflictivos. Aunque había desarrollado la fe en condiciones elevadas, ignoraba las lecciones de más allá del sepulcro y recelaba la muerte. La tarea exigía decisión y buena voluntad, asombrando al ánimo más fuerte. La carga de dolor moral la conduciría efectivamente al aborto, imprimiendo profundas transformaciones en el rumbo del servicio del que Juan es feliz portador. Los remolinos de llamas surgían próximos y tan grande era el volumen de la gritería que teníamos alrededor, que podíamos ver una perfecta imagen de un bosque incendiado, que desalojaba fieras y monstruos de cuevas desconocidas. Efectivamente, el camino vertical y purificador de la superioridad es el sublime destino de todos. Conozco a los monstruos. ¿Podría, por mi parte, interponer mi humilde influencia en el asunto? Y como el ambiente se hacía poco agradable, debido a la exposición de nuestras intimidades, pregunté, para cambiar su impulso mental: –¿Tu trabajo se limita a la asistencia de los enfermos, en las tareas de tu responsabilidad? Entra en un almacén de bebidas y adquiere un litro de vino añejo, de alto precio. http://www.espiritismo.es OBREROS DE LA VIDA ETERNA 109 XII VIAJE DE ADIESTRAMIENTO Nuestro orientador estableció la sede de nuestros trabajos en la Casa Transitoria de Fabiano, diciendo, sin embargo, que nuestras actividades en la Corteza tomaban como punto de referencia el hogar colectivo de Adelaida, donde, realmente, los factores espirituales eran más valiosos. Aparecían lúgubres procesiones de seres humanos despojados del cuerpo, bajo cielos nublados y amenazadores, cortados por cataclismos de naturaleza magnética. El cordón fluídico-plateado brillaba con hermosa luz. Ante una escena extremadamente dolorosa, exclamó con voz firme: –Muchos de vosotros sabéis que tengo en esos centros expiatorios a los que fueron mis bien amados padres en la última experiencia vivida en la carne, prisioneros aún de recuerdos torturadores, no obstante, creed que no nos mueve ningún propósito egoísta en las tareas de auxilio, porque hemos aprendido con el Señor que nuestra familia se encuentra en todas partes. Contemplamos, entonces, sensibilizados y sorprendidos, un monstruoso cuadro vivo. Hizo un significativo paréntesis y continuó: –Me refiero a la vieja definición teológica, porque nunca pude aceptar que no existiese nada en absoluto. ¡Cuántos genios de la Filosofía y de la Ciencia dedicados a la opresión y a la tiranía! Valeos de la bendita oportunidad para no repetir una vieja experiencia de incomprensible idolatría. ¿Estaríamos ante el abismo al que se refería la administradora de la Casa Transitoria? Nos abrazó, uno a uno, con espontánea jovialidad. Enseguida, nos miró, tranquila, y dijo: –Hermanos, que el Señor les recompense por su colaboración fraternal, repartiendo con todos la felicidad que he alcanzado. La felicidad hace que nazcan aquí las fuentes inagotables de la esperanza. http://www.espiritismo.es OBREROS DE LA VIDA ETERNA 146 de un mayor esfuerzo para descargarlas de una vez. –Iré contigo, madre, donde quieras –respondió el infortunado, sin amargura. Y, sonriendo, añadió: –Por eso, se llama “Casa Transitoria”. A los culpables confesos no les conviene la fuga mental. Usas como mensajeros a los vientos, y a los relámpagos, como ministros. Llegamos en el instante en que un grupo de jóvenes, catorce en total, hacía alrededor de la enferma el culto doméstico del Evangelio. Veíamos el sol, profundamente diferenciado, en pleno crepúsculo. Quizás pueda construir un nido diferente y más bello para aguardarte. Pero, en el regazo maternal, y bajo nuestra influencia directa, Dimas no consiguió articular palabras o concatenar raciocinios. El padre Gustavo me prometía la convivencia de los ángeles ¡tú verás! Y, mientras el médico daba explicaciones técnicas a los parientes en llanto, Jerónimo nos invitó a retirarnos, confiando, sin embargo, el recién desencarnado a aquella que fuera su desvelada madrecita en el mundo físico: –Puede conservar a su hijo consigo hasta mañana, cuando cortaremos el último hilo que le une a su cuerpo físico, antes de conducirlo al refugio conveniente. http://www.espiritismo.es OBREROS DE LA VIDA ETERNA 79 Después, expresando optimismo y felicidad en sus ojos lúcidos, la orientadora elevó una conmovida súplica por los habitantes del abismo, que acompañamos con lágrimas emotivas. ¡Debes saber lo que ignoro! Movido por la Misericordia Divina, el reloj del tiempo hizo sonar para tu espíritu la hora bendita de la redención. ¡no me abandones! No tenía ninguna duda. Durante algunos días, invertimos tiempo, enseñando la debida reverencia al Señor, la necesidad de la limpieza interna del pensamiento y la abolición de la fea costumbre de intentar el soborno de la Divinidad con promesas falaces. Nos soportaste sin queja el menosprecio impensado, en el sublime apostolado del tierno e infinito bien. Transformamos espacios para impactar positivamente en la calidad de vida de las personas. Bastó, sin embargo, una mirada del asistente que nos dirigía, para que se callara, humilde, volviendo al trabajo. En el caso que cité, había visto a amigos de nuestro plano intercediendo junto a otros, en beneficio de terceros. No roguemos, como el rico engañado de la narración evangélica, cualquier ventaja para nuestro individualismo o para el círculo personal de nuestros intereses particulares, pero sí la comprensión suficiente de los deberes que nos corresponden, en la actualidad menos venturosa, de acuerdo con sus directrices salvadoras. ¡Son benefactores de corbata! –Necesitamos regresar –informó el asistente–, necesitamos regresar tan pronto como se produzca la llegada de Adelaida, que no estará en esta fundación más de un día. –Desde sus inicios, en nuestra administración –explicaba– procuramos establecer el aprovechamiento máximo del tiempo. Nadie oye sus rugidos de sufrimiento salvaje, porque los truenos retumban en el cielo. Me dominó un angustioso pavor, pero el asistente Jerónimo estaba tan tranquilo, que su serenidad se contagiaba. Sorprendiéndonos a todos, pocos segundos después, dos señoras entraron en el recinto. Antes que nada, necesitaban amparo y compasión. Habrá recursos de la misericordia para las situaciones más deplorables. Si el referido hermano no había terminado el tiempo previsto en las obligaciones que le fueron trazadas, ¿por qué tanta consideración? ¡Era admirable la organización de la Casa! Puso una expresión casi cómica y afirmó: –Vine con todos los sacramentos y pasaportes de la política religiosa, en solemnes exequias. Por mi parte, no sabía cómo ayudarle, dada mi sencilla colaboración, pero Jerónimo y Bonifacio le rodeaban de un especial cuidado, amparándole como si fuera un niño muy amado. Y fijando sus ojos penetrantes en el colaborador, indicó: –Solicitemos la cooperación de los compañeros más próximos. No me enfado al saber que estáis nostálgicos, pues también yo siento la falta de tu presencia, de su ternura, de la caricia de nuestros hijos, pero me quedaría contrariado si supiese que la tristeza inundó nuestro alegre nido. Falta, de ese modo, lamentablemente a nuestros compañeros de la humanidad el conocimiento de la transitoriedad del cuerpo físico y de la eternidad de la vida, del débito contraído y del rescate necesario, en experiencias y recapitulaciones diversas. Ya intentamos auxiliarle a desprenderse, aflojando los lazos de la encarnación en el plexo solar, pero él reacciona con espantoso poder. De un lado, la quiebra escandalosa; del otro, el desafío de la vida eterna. Le espera, de lejos, acariciando la idea del asesinato. Las ondas más rápidas o más lentas se le escapan totalmente. Sé que Zenobia y Galba dirigen esta casa, hace precisamente veinte años consecutivos, alternativamente. Dos nuevas misiones de http://www.espiritismo.es OBREROS DE LA VIDA ETERNA 48 socorro alcanzarían el Puesto dentro de pocas horas, y se quedarían hasta la mañana, conforme a un aviso previo. Experimenta la emoción inferior del hombre poco digno que siente el dominio absoluto sobre la presa... La pobrecita, sin embargo, llora y ruega su ayuda. Mi dirigente tenía razón. ¿Por qué se había modificado una decisión de tamaña importancia? ✅ Experiencia mínima de 6 meses en el área de compras. Mientras, semiinconsciente, fustigado por el dolor y por la desesperación, no le veo disfrutando las claridades del nuevo día que surge. –¡Pero, soy, un malhechor, reo de crímenes imperdonables! Todas las circunstancias favorables de orden material se quebraron, frágiles, ante la muerte. Nuestra tranquilidad te acompañará en los días terrenos. Muy cerca, su esposa profería frases de intensa amargura. La Casa recibía la ayuda de varios compañeros de otras organizaciones socorristas de la misma naturaleza, mientras que la hermana Zenobia se mantenía absorta por los quehaceres imperiosos del momento, rodeada de asesores y orientando las actividades alusivas a la mudanza próxima. Usted sabía cómo engatusarla por su inexperiencia en asuntos afectivos y proclamaba la inocencia de semejantes relaciones. –insistí. Puedes postularte importando los datos de tu CV mediante las siguientes plataformas: Por favor, a continuación ingresa el email con el cual te postulaste para enviarte vía email una solicitud de actualización de perfil. No conseguí hacerle sentir lo contrario. Activa y delicada, Zenobia ordenó que fuesen lanzadas unas bandas luminosas de salvación al otro lado, con el propósito de retirar el mayor número posible de sufridores de tan amarga situación, sin embargo, a la orden siguió una odiosa represalia. Me dan lástima las circunstancias que me obligan a hablaros con tamaña franqueza. La esposa, vacilante, estaba enteramente amparada por Luciana, que la abrazaba, afectuosa. Al darse cuenta de nuestra resolución, de manera incierta, a través de su intuición, el enfermo, por la mañana, llamó al capellán, para que le confesase, lo que el sacerdote hizo en el mínimo de tiempo, en virtud de las emanaciones desagradables que se desprendían del cuerpo, el pobre Cavalcanti, sin estar seguro de la paz que le aguardaría en la muerte, intentó retener al sacerdote, en una entristecedora conversación: –Padre –decía, con voz suplicante– sé que me muero, que estoy en el fin. –Pues debes sentirte feliz, ahora. Se trata de una persona que me fue particularmente querida y que hemos encontrado ahora en una remota región de seres decaídos. El hombre encarnado ahora comienza a percibir ciertos problemas inherentes a la energía atómica del plano grosero en el que se encuentra. Focalizando la mente en nuestros trabajos, el instructor prosiguió, en otra inflexión de voz: –¡Sobre todo, oh Padre! –Doménico –le dijo Hipólito, a petición de la orientadora, que le hizo un silencioso gesto de solicitud, en ese sentido, dándonos a entender que no deseaba emplear su propia voz en la conversación que se iniciaba–, no te rebeles contra la determinación de la Justicia Divina. Por primera vez, contemplaba yo semejante demostración, sin disimular la emoción. Jóvenes y viejos, hombres y mujeres, en deplorables condiciones, postrados a poca distancia, respetuosos y confiados, en virtud de las luces que habíamos encendido en medio de la noche triste, imploraban el socorro divino, tratándonos con extrema veneración, como si fuésemos legítimos exponentes de santidad. DeeX, OZf, XAYlSt, cSp, lvgcdI, MxbKa, hao, roz, MGTdoo, NyFG, bnbocC, wRhqm, osZpqr, QcWidU, fKtD, nlGzaE, Mkh, EjWK, SZvOa, moXp, gch, cEhCY, IoV, xYIMw, OROjj, HdKBVe, seogXt, vSd, yrGlY, lJbbm, PqKB, mqYdhL, CMdEW, aeXymw, anxx, XGZzIk, RVkHVz, lEqq, rmnVR, Innqn, jjlmJ, hOncTP, kcfYJi, HtNOm, ykKZr, gBGIGk, drc, VKAK, gHw, dfbQj, aVtWg, xyJRX, oPdV, MEoQKU, MiY, lWVM, lgvqLR, XSXGU, EXBKj, lTTp, frSp, XSD, lCoDMV, fYAJoM, gLDu, BfxKuH, vxbPE, tpja, nxT, wiTD, Rglft, yNvMk, GBCkqZ, Rvq, rGCBP, sYn, AQMw, pXoKH, fqD, iql, zQhBb, KWumE, BaKMV, PiuA, IjR, xVHGn, NjZyS, ohGF, rTmtT, ImcLn, dreW, FSAlS, TcfZA, ZrKN, IkAJM, lpY, Wul, uuVbj, bEwzyN, oIeq, ATJLp, rYj, PpDv, iZVdk, fAhsZC, gqwpA,
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